lunes, 20 de julio de 2009

Reforma Previsional: Un buen comienzo…


por Marcelo Goldsmith E.
Revisando algunos comentarios críticos respecto a la Reforma Previsional, no pude dejar de recordar cuando en la década de los ochenta se anunciaba un cambio revolucionario en el sistema de pensiones que crearía un modelo de ahorro basado en el esfuerzo personal y gestionado por las denominadas AFP, instituciones que permitirían a los trabajadores gozar de mejores pensiones de vejez y sobrevivencia. En efecto las Administradoras de Fondos Previsionales concentrarían el ahorro de los trabajadores a través de cuentas de capitalización individual destinadas a generar rentabilidad agregada, con el objetivo de mejorar el resultado final del monto de las pensiones de vejez y sobrevivencia.

Con el pasar de los años, presenciamos como las AFP se convirtieron en inversionistas institucionales de nuestro Mercado de Valores, jugando un rol determinante no solo en el ámbito de la previsión sino especialmente en el de la inversión. Del mismo modo, pudimos establecer que el modelo de ahorro individual, adolecía de falencias y no satisfacía las aspiraciones de los trabajadores de segmentos remuneracionales medios-bajos, los que al cabo del término de su vida laboral recibirían pensiones evidentemente insuficientes.
Constatamos que la rentabilidad agregada para esos segmentos no resultaba suficiente para autofinanciar una pensión digna.

Luego, el Sistema de Pensiones implementó los denominados “Multifondos”, método innovador que permitiría a los afiliados determinar, con cierta libertad, el nivel de riesgo asociado a las inversiones de sus fondos individuales. Presenciamos como el Fondo de Pensiones exhibía rentabilidades históricas pero muy pronto fuimos testigos de la abrupta caída del sistema.

Hoy, con la Reforma Previsional, entendemos que la clave del éxito es un adecuado equilibrio entre lo público y lo privado y vemos como el Estado se hace parte del “problema previsional” y asume responsabilidades directas respecto a los sectores más desvalidos, implementando el Plan Social más relevante del gobierno de la Presidenta Bachelet, por el cual será probablemente sea recordada en nuestra memoria historia inmediata.

En esencia la Reforma busca incorporar en el sistema de pensiones un componente o pilar solidario que beneficiará al segmento correspondiente al 60% más pobre de nuestro país, estableciendo Pensiones Básicas Solidarias (de vejez y sobrevivencia), Aportes Previsionales Solidarios, que buscan complementar a aquellas pensiones que resulten insuficientes en su monto, establece el Bono por Hijo nacido sin distinción de la condición social de la mujer, lo que da cuenta además de la preocupación por el género, factor constante de esta administración.

Al mismo tiempo incorpora elementos de promoción del empleo con subsidios, durante las 24 primeras cotizaciones previsionales, en favor de los empleadores que contraten jóvenes entre 18 y 35 años con una remuneración no superior a 1,5 Ingresos Mínimos. Otro beneficio implementado será el subsidio a la cotización que beneficiará a partir del 2011 a los trabajadores aludidos, los que recibirán un aporte directo en sus cuentas de capitalización individual equivalente al 50% de una cotización previsional calculada sobre un Ingreso Mínimo.

En otro ámbito, se introduce la modalidad de afiliación voluntaria al sistema para aquellos que no tengan una actividad remunerada y la obligación gradual de los trabajadores independientes de afiliarse y cotizar en el sistema. Este aspecto resulta determinante a la hora de permitir el acceso a pensiones de vejez y sobrevivencia, cobertura en salud y accidentes del trabajo, a aquellos que por años han desarrollado su actividad lucrativa en la más absoluta indefensión.

Por otra parte, la Reforma Previsional promueve el Ahorro Previsional Voluntario (APV) a través de la creación de una modalidad Colectiva (APV Colectivo) en virtud de la cual se generarán Planes de Ahorro para los trabajadores de las empresas, a fin de contribuir al incremento del saldo en la cuenta de capitalización individual y de ese modo mejorar la pensión final. En el mismo contexto se crean algunos estímulos tributarios para el APV, entregando al ahorrante la decisión del momento de tributación de dichos fondos.

Basado en el pilar de protección social, eje de la Reforma, se articula una norma que permite, en el contexto de un juicio de divorcio, dividir los fondos previsionales de la cuenta de capitalización individual de uno de los cónyuges cuando el juez considere que hubo menoscabo económico del otro cónyuge.

Finalmente, se implementa una nueva institucionalidad acorde a la gestión pública que requiere el sistema previsional, creándose la Superintendencia de Pensiones entendido como ente fiscalizador, el Instituto de Previsión Social (ex - INP), que administrará las pensiones solidarias y el Instituto de Seguridad Previsional, a cargo de la administración de la fase de prevención y cobertura de accidentes del trabajo y enfermedades profesionales.

En definitiva, el tiempo nos demuestra que todas las creaciones humanas son perfectibles y hoy somos testigos de un cambio que articula un mayor equilibrio entre el individualismo (propio de la génesis del sistema de pensiones) y el énfasis solidario y contributivo que instala esta Reforma. Si bien es cierto, hay críticas atendibles respecto a los instrumentos de implementación de la reforma, propuestas de alto nivel de conflicto, centradas en la idea de una AFP Estatal y legítimas dudas respecto a la oportunidad de implementación y su uso comunicacional electoral, no puede negarse que la Reforma Previsional constituye un avance concreto en el arduo camino del combate de la pobreza.

2 comentarios:

  1. Marcelo, me parece que el sistema previsional adolece de fallas básicas. Este se implanta, como en la salud, la educación, el agua, etc. para hacer de la previsión un negocio. Un negocio leonino e irresponsanle, puesto que nos cobran, a mi juicio, en exceso y no responden por bajas rentabilidades, ni siquiera por pérdidas.
    Las rentabilidades las calculan sin incluir lo que les pagamos para mejorar la "rentabilidad" (positiva), que debe ser mayor que ponerla en una cuenta de ahorro en UF y mínimo interés. Si hay pérdida ("rentabilidad negativa"),sólo recibimos la burla de sus extraordinarias ganancias.
    La creación de los "multifondos" yo creo fué otro volador de luces para tratar de camuflar el que la rentabilidad del fondo original (actualmente C) estaba tendiendo a cero respecto a la UF, es decir, a dinero actualizado.
    La rentabilidad en el largo plazo que pueden exibir se debe exclusivamente a que cuando se inicia el sistema pueden comprar a "huevo" las empresas del estado, liquidadas por la dictadura para sus amigos.
    Según estudio del CENDA las AFP se han apropiado de un tercio de los fondos que han recibido.
    Lo que reciben las AFP como cotización mensual les permite cubrir los costos de las pensiones que pagan. Es una especie de efecto o pirámide Ponzi o Madoff legal y seguro. Con lo que entra le pagan a los que salen.
    También las AFP tienen un "pecado" de origen. Son individualistas, insolidarias. Sólo las últimas reformas introdujeron unas tímidas correcciones en este aspecto, para favorecer a los sectores más vulnerables y excluidos.

    Dejo por ahora estas reflexiones al respecto.

    Saludos,

    Sergio Marambio

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  2. Sergio:
    Comparto tus juicios sobre el sistema y te aporto un antecedente: Recuerda que las AFP fueron creadas en un momento económico recesivo con el objeto de impulsar el modelo económico conviertiendo a estas instituciones de previsión en Inversionistas Institucionales que activaron el mercado de valores.
    Gracias por tus comentarios, sigamos conectados
    Marcelo Goldsmith E.
    Abogado

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